sábado, 22 de octubre de 2011

27.MAYO.2011

8.30: Con el corazón a mil, con preocupaciones varias, el pelo lleno de laca, ¿ganas? muchas. Mi teléfono suena, sin embargo estoy tan ocupada en hacer que todo quede perfecto que no lo escucho.
A los poco minutos veo la llamada perdida y decido salir de casa y devolver la llamada nada más hacerlo. Al poco rato aparece una discusión inesperada, pero al fin todo acaba a mi favor.
9.00: Salgo de casa y emprendo un viaje hacia casa de mi amiga que me está esperando. Devuelvo la llamada. Me sorprende y me alegra escuchar "Faltas tú".
9.15: Salgo de casa de mi amiga junto a ella ya que hemos quedado con unos cuantos.
Al fin nos pegamos una buena caminata hasta casa de uno de ellos. 
Me quedo con él, estoy bajo presión ya que está un poco ebrio y le intentos de convencer de que no estoy a gusto con el ambiente.
9.45: Llega la hora de que se vaya, le noto distante pero a la vez tan cerca mía. Decido despedirle.
Al segundo tuvo que aparecer otra de esas personas que te ponen el corazón a mil, pero esta vez fue distinto, ya no le daba tanta importancia.
9.50: Me reúno con mi grupo de amigas. Las calles están llenas de gente, todos los móviles fuera de cobertura, todo tan iluminado y los contrastes que se crean entre las pequeñas luces y la noche son tan bonitos, los cigarros se consumen poco a poco por rabia. Pierdo algo digamos con un valor material bastante grande y la rabia se hace aún más negra. Se resume todo en preocupaciones decoradas de las risas que ofrece el momento.
12.10: Yo y una de mis amigas decidimos ir a por algo de comer, sin embargo delatamos la ruta, parándonos en el sitio donde perdimos antes ese tan preciado objeto.
12.20: Seguimos el camino propuesto hacía la tienda de alimentación.
12.20: Tras la llegada empezamos a llamar como desesperadas sin embargo los móviles casi ni funcionan y el ruido es tanto que nadie los escucha. El que tanto jugaba con los latidos de mi corazón estaba allí, nuestras miradas se cruzaban a veces y se veía claramente el orgullo que teníamos, tanto que no éramos capaces ni de decirnos un simple "Hola". De repente mi amiga me coge de la mano y me dice que nos tenemos que ir deprisa, nos están esperando.
Vamos corriendo entre multitud de cráneos y gente desconocida hasta llegar a una parada de bus esperando a que ellos llegaran.
12.30: Se hacen notar sus presencias y también la presencia telefónica de nuestra amiga que habíamos dejada "abandonada" .
12.50: Todo fluye, no hay palabras para describirlo, todas las metas propuestas llegaban a su fin ya después de tanto tiempo. Si fuera a contar mis sensaciones no me daría ni tiempo ni espacio pero podría resumirlo en que estaba ahogada en palabras y en su boca y el estaba tan ahogado entre el alcohol que puede que ni se diera cuenta de lo que decía, sin embargo me hacía sentir tan bien que me daba igual que hablara la bebida y no él.
01.10: Euforia total, elevadas a lo máximo de las ilusiones, la vergüenza se perdió en la parada del bus o es que alguien se la llevó. Esa pequeña alegría que te empuja a hacer las cosas sin pensar como tocar el hombro, espalda o simplemente decir "Que guapo es" a alguien que no te conoce.
2.00: Llegada a casa y contarle a las sábanas y almohadas el buen día y la maravillosa noche que he tenido.


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